La alimentación escolar es una importante estrategia de seguridad alimentaria y nutricional y un programa de red de seguridad para abordar todas las formas de malnutrición en muchas partes del mundo y en El Caribe. Más allá de ser un instrumento de política para el acceso a los alimentos, en algunos países se han realizado esfuerzos para adoptar un enfoque de “alimentación saludable” para abordar aspectos tanto de sobrepeso como de desnutrición, logrando así un desarrollo físico y cognitivo adecuado. Esto es particularmente importante ya que los hábitos alimenticios y nutricionales se adquieren principalmente durante la niñez y la adolescencia.

 

Así, en el contexto actual del COVID-19, asegurar la continuidad y mejora de los PAE que incluyan la participación de la agricultura y la pesca local, tanto durante como en el período post-COVID19, es una estrategia valiosa, no sólo para garantizar el acceso a alimentos saludables, sino también para estimular las economías locales. La Iniciativa Caribe Resiliente apoya este esfuerzo.