No.2  diciembre 2006  
 Perspectivas Alimentarias
  Análisis del Mercado Mundial

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PANORAMA GENERAL

RESÚMENES DE MERCADO

TRIGO

CEREALES SECUNDARIOS

ARROZ

SEMILLAS OLEAGINOSAS, ACEITES Y HARINAS OLEAGINOSAS

AZÚCAR

CARNE Y PRODUCTOS CÁRNICOS

LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS

FERTILIZANTES

FLETES MARÍTIMOS *

Notas especiales

Apéndice estadístico

Indicadores de mercado y facturas de las importaciones de alimentos

ANUNCIO

PANORAMA GENERAL

A medida que 2006 va llegando a su término, la característica más sobresaliente de los mercados de alimentos y piensos durante el año ha sido el rápido aumento de los precios de los cereales, en particular el trigo y el maíz, que para noviembre habían alcanzado niveles que no se habían visto durante el decenio. Los factores principales que han influido en los mercados de cereales han sido las malas cosechas obtenidas en algunos de los principales países productores y el lento crecimiento de la demanda de biocombustible. En la economía del arroz han predominado, además, las limitaciones de la oferta.

El aumento excepcional registrado en los precios de los cereales entraña fuertes consecuencias para los otros productos agrícolas, aunque en el complejo de las semillas oleaginosas los precios también han ido subiendo, los aumentos han sido mucho menores que para los cereales. Es probable que en la próxima campaña se produzca, como consecuencia, un abandono del cultivo de semillas oleaginosas, ya que los agricultores prefieren sembrar cultivos de cereales más rentables, lo cual agravará los actuales desequilibrios, especialmente en los mercados de los aceites vegetales, en los que la demanda ha aumentado más rápidamente que la producción.

A través de sus vinculaciones con los piensos, el vigor de los mercados de cereales repercute también en los sectores de la carne y de los productos lácteos. Por ejemplo, las previsiones de costos altos para los piensos amenazan con aplazar la recuperación de la producción en los sectores del ganado y de la carne, en un momento en que, gracias a unas reacciones más ponderadas de los consumidores ante los problemas de sanidad animal, han crecido las perspectivas de una recuperación de la demanda. Con respecto a los productos lácteos, la evolución de las condiciones propias del sector hace pasar a segundo plano las preocupaciones acerca de los costos de los piensos. Las previsiones negativas para la producción lechera en Australia y la Unión Europea, que suministran conjuntamente una tercera parte de las exportaciones mundiales de productos lácteos, constituyen una alerta sobre la estrechez del mercado y el cese del debilitamiento de los precios experimentado en los primeros meses de 2006.

Después de tres años de déficit, la producción azucarera mundial se ha recuperado hasta el punto de que debería superar nuevamente la demanda. Aunque este cambio radical pareciera haber sido tenido en cuenta en el mercado, como lo demuestra el descenso de los precios desde los niveles máximos alcanzados en febrero de 2006, el mercado del azúcar sigue particularmente susceptible a los grandes cambios de la demanda y a la inestabilidad de los precios.

En el frente de las políticas, se van levantando gradualmente las prohibiciones de las importaciones relacionadas con las enfermedades de los animales, pero los gobiernos han intensificado sus intervenciones en los mercados de alimentos básicos y piensos. En el caso de los cereales, las intervenciones gubernamentales en el sector de las exportaciones se han multiplicado en la forma de imposición de límites máximos y prohibiciones temporales, destinados a evitar la escasez del suministro interno. En los sectores del trigo y del azúcar se adoptaron también medidas encaminadas a facilitar las importaciones. Es interesante señalar que en los mercados de los productos lácteos y del azúcar de la Unión Europea ya se han visto los primeros efectos de las reformas sectoriales. La entrada de Bulgaria y Rumania en la Unión Europea a partir del 1° de enero de 2007 constituye también un hecho importante que influirá en los mercados mundiales de los alimentos y piensos.

Aunque el cuadro normativo general continuará siendo en 2007 de máxima importancia, en este momento la atención se está volcando hacia los factores externos, sobre todo los precios del petróleo crudo y las variables macroeconómicas, como los tipos de cambio y el crecimiento de los ingresos. Dada la actual estrechez del mercado, las condiciones atmosféricas constituyen otra incógnita que pesará mucho en los precios de los alimentos y piensos e, indirectamente, en los de la carne y los productos lácteos.

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