FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.4, octubre 2003

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS

PANORAMA GENERAL

Hasta octubre de 2003, el número de países que enfrentaban situaciones graves de escaseces de alimentos en todo el mundo era de 38: 23 en África, 8 en Asia, 5 en América Latina y 2 en Europa. En muchos de estos países, la escasez de alimentos se agrava por las repercusiones de la pandemia del VIH-SIDA en la producción, comercialización y transporte de alimentos. Los informes de las evaluaciones conjuntas de la FAO y el PMA sobre los cultivos y el suministro de alimentos publicados últimamente destacan este factor (http://www.fao.org/WAICENT/faoinfo/economic/giews/english/alertes/sptoc.htm).

En África oriental, las abundantes lluvias registradas en julio y agosto mejoraron en general las perspectivas de las cosechas de cereales de 2003. Sin embargo, las graves inundaciones y la irregularidad de las precipitaciones en algunas zonas todavía pueden afectar a los rendimientos. Los pronósticos climatológicos regionales para el período que va de septiembre a diciembre de 2003 son contradictorios. Se estima que en la mayor parte de Uganda, el Sudán meridional y Etiopía meridional se registren precipitaciones de normales a superiores a lo normal, mientras que en extensas zonas de Eritrea, Somalia, Kenya y Tanzanía deberían de recibirse precipitaciones de normales a inferiores a lo normal. Las zonas que necesitarán un estrecho seguimiento son la parte septentrional del Valle del Rift, los distritos sudorientales de Kenya, algunas partes de Etiopía oriental y la meseta Sool en Somalia. Las precipitaciones de septiembre a diciembre varían en cuanto a repercusiones e importancia según la localización geográfica. Por ejemplo, en Etiopía septentrional y Eritrea, estas lluvias completan la humedad necesaria para los cultivos en la fase de maduración, mientras que coinciden con la campaña agrícola secundaria en Uganda meridional o con la campaña agrícola principal en Kenya oriental y Rwanda. En la zona centromeridional de Tanzanía, estas precipitaciones señalan el comienzo de la temporada de lluvias largas unimodales. En Kenya septentrional y Somalia, son muy importantes para la reposición de los recursos hídricos y la regeneración de las zonas de pastizales para el ganado vacuno y lanar.

Varios países de la subregión todavía hacen frente a graves dificultades alimentarias. En Eritrea, se informa ahora que alrededor de 2,3 millones de personas enfrentan graves escaseces alimentarias, como consecuencia de la sequía del año pasado, la pobreza y los efectos persistentes del conflicto bélico con Etiopía. Análogamente, una reciente evaluación llevada a cabo por varios organismos en Etiopía indicó que el número de personas que necesitaban asistencia alimentaria en dicho país ascendía ahora a alrededor de 13,2 millones de personas, frente a la cifra anterior de 12,5 millones. En Tanzanía, las prolongadas condiciones de sequía en varias zonas han afectado a un gran número de hogares, y se estima que 1,9 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. La situación en las zonas septentrionales y orientales de Uganda se ha deteriorado como consecuencia de la intensificación del conflicto armado. Los últimos enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes han ocasionado el desplazamiento de más de 820 000 personas, con lo que el número total de personas que necesitan asistencia de emergencia se ha elevado a más de 1,6 millones.

En África austral, la preparación de la tierra para la siembra de las cosechas de cereales de 2004, que comenzará en octubre, ha empezado en condiciones de tiempo normales hasta ahora. La producción de cereales de 2003 se estimó en 21,8 millones de toneladas, es decir ligeramente superior a la de 2002. Aunque en la mayoría de los países de la región la producción se recuperó con respecto a los niveles reducidos de los dos años anteriores, en Botswana descendió y en Zimbabwe, Lesotho y Swazilandia se mantuvo por debajo de la media, al igual que en algunas partes de Namibia, Madagascar y Mozambique. En estas zonas todavía se necesitan volúmenes considerables de ayuda alimentaria de urgencia, sobre todo en Zimbabwe, donde se estima que un total de alrededor de 5,5 millones de personas necesitan ayuda alimentaria. También se necesitará asistencia alimentaria para 1,1 millón de refugiados en Angola y para numerosos grupos de personas afectadas por el VIH-SIDA en toda la subregión. En vista de estas necesidades, el PMA ha puesto en alerta sobre las graves interrupciones previstas del suministro de alimentos para su operación de urgencia regional en África austral; para evitar alteraciones en las distribuciones de alimentos durante el período de carestía, que comenzará a inicios del próximo año, se necesitan más contribuciones de los donantes.

En la región de los Grandes Lagos, ha empezado la siembra de las cosechas de 2004 de la primera temporada, que se recogerán a comienzos del próximo año. Las buenas lluvias de finales de agosto y comienzos de septiembre han ayudado las operaciones en los campos. Sin embargo, en la República Democrática del Congo, la guerra civil sigue alterando todas las actividades agrícolas, en especial en las zonas orientales y nororientales del país. Según se informa, varias provincias padecen inseguridad alimentaria y graves problemas de nutrición. Por otro lado, en la zona de Ituri, que en los últimos meses ha sido afectada por intensos enfrentamientos, la situación de la seguridad y el acceso de las organizaciones humanitarias a las poblaciones necesitadas mejoraron con la llegada de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas a comienzos de septiembre. En algunas zonas de Burundi, la producción total de cultivos alimentarios (de la primera y segunda temporada) disminuyó con respecto al nivel del año anterior, como consecuencia de la irregularidad climática y la inseguridad. La situación de la seguridad sigue siendo inestable en muchas zonas, entre ellas en la capital de Bujumbura y en las provincias de Cibitoke, Kayanza, Bujumbura Rural y Bubanza, donde los graves incidentes del mes pasado provocaron nuevas oleadas de desplazamiento de la población. En Rwanda, la producción total de alimentos de 2003 fue satisfactoria, pero en la región de Bugesera disminuyó como consecuencia del tiempo seco. Sin embargo, la cosecha secundaria de la tercera temporada y la distribución de ayuda alimentaria alivian temporalmente la escasez de suministros alimentarios.

En África central, la situación de la seguridad alimentaria sigue siendo precaria en la República Centroafricana, y este año no se prevé un aumento de la producción de alimentos debido a los desplazamientos de la población que ha ocasionado una disminución de las siembras, situación que resulta agravada por la escasez de semillas.

En África septentrional, se han terminado de recoger las cosechas de invierno de 2003 de la subregión, se están recogiendo las cosechas de cereales secundarios (maíz y sorgo) en Egipto y la cosecha de arroz está por comenzar. La producción total de trigo de la subregión se estima provisionalmente en 16,5 millones de toneladas, frente a los 12,1 millones de toneladas de 2002, cuando los cultivos resultaron gravemente afectados por la sequía. En Argelia, la producción de trigo de 2003 será el doble de la de 2002, y la producción de cebada se ha casi triplicado. En Egipto, la producción de trigo aumentó de 200 000 toneladas aproximadamente, de conformidad con el programa gubernamental de ampliación de las siembras, mientras que la producción de maíz debería de totalizar alrededor de 6,5 millones de toneladas, lo que representa un aumento de más de 100 000 toneladas con respecto a la producción del año anterior. En Marruecos, la producción de trigo se estima provisionalmente en 5,1 millones de toneladas, frente al volumen de 3,4 millones de toneladas recogido en 2002 y a la media de los cinco años anteriores de 2,9 millones de toneladas. La producción de cebada también aumentó, pasando de 1,7 millones de toneladas a 2,6 millones de toneladas. En Túnez, la producción de trigo triplicó con creces el volumen de 2002, mientras que la de cebada alcanzó el nivel sin precedentes de 616 000 toneladas, frente al reducido volumen de 90 000 toneladas obtenido el año pasado y a la media de los cinco años anteriores de 257 000 toneladas.

En África occidental, las perspectivas generales de las cosechas son favorables en el Sahel. En Senegal y Mauritania, el nivel de precipitaciones fue limitado hasta finales de julio, y luego, en agosto, aumentó considerablemente en las principales zonas productoras, lo que contribuyó a la reposición de las reservas de agua del suelo y la mejora de las perspectivas de las cosechas. En Cabo Verde, se registraron abundantes precipitaciones en todas las islas agrícolas en agosto. Pese a las inundaciones localizadas en varias regiones de Burkina Faso, el Chad, Gambia, Malí y Níger, las perspectivas de las cosechas siguen siendo favorables. En cambio, en Guinea-Bissau el resultado final de la temporada dependerá del rendimiento de la cosecha de arroz de tierras pantanosas, dado que las infestaciones en gran escala de langostas en las regiones del norte y el este han puesto en peligro las perspectivas de las cosechas de cereales secundarios. En los países ribereños del Golfo de Guinea, las perspectivas para las cosechas de 2003 son ambiguas. Las perspectivas para las cosechas de la temporada principal son inciertas en Ghana, Côte d’Ivoire y Liberia, como consecuencia del prolongado tiempo seco de julio. En Côte d’Ivoire, la situación alimentaria sigue siendo crítica, particularmente en la parte occidental y en la zona norte controlada por los rebeldes. En Liberia, la situación humanitaria ha comenzado a mejorar en Monrovia, tras la firma del acuerdo de paz a mediados de agosto y el despliegue de las fuerzas de mantenimiento de la paz de África occidental, pero, en general, las condiciones de seguridad y la situación alimentaria siguen siendo críticas. La intensificación de los enfrentamientos durante la presente temporada alteró las actividades agrícolas y desplazó a millares de familias, lo que sugiere un nuevo descenso de la producción de arroz de este año y, por tanto, un aumento de las necesidades de ayuda alimentaria.

En Asia, las condiciones meteorológicas relativamente satisfactorias, especialmente a comienzos de la temporada, y el aumento de la utilización de fertilizantes proporcionados por la asistencia internacional en la RPD de Corea deberían de mejorar las cosechas de maíz y arroz. Sin embargo, el país todavía hace frente a un considerable déficit alimentario. Una reciente misión de la FAO y el PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos está terminando su informe (previsto para finales de octubre). El PMA pudo reanudar las distribuciones de alimentos a todos los beneficiarios recurriendo a un préstamo gubernamental de cereales, que se reembolsará con la llegada de las donaciones de maíz de la República de Corea . Se prevé que la producción total de cereales de China continental disminuya este año en un 2,8 por ciento, pasando de 399 millones de toneladas del año pasado a unos 387 millones de toneladas, debido a una reducción de la superficie sembrada y a las condiciones meteorológicas desfavorables. En el Afganistán, se acaba de recoger una cosecha de cereales sin precedentes, como consecuencia del aumento de las precipitaciones y del cultivo de una superficie superior a la media. Sin embargo, un gran número de hogares vulnerables sigue teniendo dificultades de acceso a los alimentos.

En el Cercano Oriente, las perspectivas del suministro de alimentos son generalmente favorables, debido principalmente a que se recogieron buenas cosechas. Una reciente misión de la FAO y el PMA de evaluación de los cultivos, el suministro de alimentos y la nutrición en Iraq observó que la satisfactoria producción agrícola de este año contrasta con las enormes dificultades económicas a que hace frente la mayoría de la población. Las consecuencias del conflicto bélico y las sanciones económicas, agravadas por tres años de intensa sequía (1999-2001), han socavado gravemente la base de activos de muchas personas y han hecho que una gran parte de la población dependa de las raciones de alimentos para su subsistencia cotidiana. Para mejorar sensiblemente el bienestar nutricional de la población, se necesitará canalizar un flujo considerable de recursos hacia la rehabilitación del sector agrícola y la economía en general.

En la CEI asiática, la cosecha total de cereales ha disminuido este año en alrededor del 5 por ciento con respecto a la de 2002. Un invierno excepcionalmente frío y una primavera seca comprometieron las cosechas de cereales en algunas zonas de Kazajstán, Georgia y Armenia, mientras que en el resto de la región las condiciones atmosféricas fueron favorables. Kazajstán continuará siendo un importante exportador de cereales, sobre todo a otros países de la CEI de Asia y Europa. Muchos de los gobiernos de la región siguen promoviendo la producción de cereales en un intento por alcanzar la autosuficiencia en cereales a expensas del algodón, el principal cultivo industrial de Asia central.

En América Central y el Caribe, se tiene noticias de que durante las dos últimas semanas cayeron abundantes precipitaciones características de la temporada de huracanes en la mayor parte de la región, que causaron algunos daños a las viviendas y la infraestructura rurales. Las cosechas de cereales y frijoles de la primera temporada de 2003/04 están en curso en la mayoría de los países, y se prevén provisionalmente producciones de maíz (el principal cereal) entre medias y superiores a la media en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En estos países, se presta asistencia alimentaria a determinadas familias, sobre todo a las mujeres y los niños afectados gravemente por las catástrofes naturales y las crisis económicas recurrentes de los años anteriores. En México, las lluvias han favorecido el desarrollo de la importante cosecha de maíz de primavera y verano en las zonas productoras del centro y el centro-sur del país, y han contribuido a reponer los embalses de agua para la siembra de la cosecha de trigo de 2003/04, que comenzará en octubre en las zonas de regadío del noroeste. En Cuba, la República Dominicana y Haití, se prevén producciones de maíz de nivel medio, sobre todo en los dos primeros países. Las perspectivas también son favorables para los cultivos secundarios, tales como raíces, bananas, frijoles y frutas, que son importantes alimentos básicos.

En América del Sur, la cosecha de trigo de 2003 se ha sembrado en los países del sur y podrá recogerse a partir de octubre. La situación general de los cultivos es satisfactoria y, según pronósticos iniciales, se recogerá una producción entre media y superior a la media. Han comenzado a sembrarse las cosechas de maíz de 2003/04. En Argentina, las intenciones de siembra sugieren que se plantará una superficie igual a la de 2002/03, cuando se sembraron alrededor de 2,4 millones de hectáreas, mientras que en Brasil también se prevé que la superficie sembrada de maíz en 2004 sea casi igual a la de este año, en el que se recogió una cosecha sin precedentes. En Uruguay y Chile también ha comenzado la siembra de las cosechas de maíz de 2004, y se prevé que las superficies sembradas sean entre medias y superiores a la media. En los países andinos, está por sembrarse la cosecha de cereales secundarios de la primera temporada de 2003/04 en Bolivia, mientras que en Ecuador se acaba de recoger la cosecha de maíz de 2003. A pesar de un rendimiento medio, la cosecha total de maíz (blanco y amarillo) de 2003 se mantiene en un nivel bajo por tercer año consecutivo, debido principalmente a las condiciones meteorológicas adversas. En el Perú, casi se ha terminado la recolección de la cosecha de maíz blanco de 2003, mientras que la de maíz amarillo se halla muy avanzada. Para 2003, se pronostica una producción total de maíz (blanco y amarillo) superior a la media. En Colombia, unas precipitaciones entre normales y abundantes favorecieron el desarrollo de las cosechas de la primera temporada de 2003/04. La recolección está casi terminada y se está preparando la tierra para la siembra de las cosechas de la segunda temporada. Para 2003, se ha previsto provisionalmente una producción de maíz, el principal cereal secundario, de nivel medio. En Venezuela, la recolección de las cosechas de cereales secundarios de 2003 acaba de comenzar, y los pronósticos iniciales indican unas producciones de maíz y sorgo inferiores a la media, debido en gran parte a las restricciones financieras a que hacen frente los agricultores, que han dado lugar a una disminución en el uso de fertilizantes y al empleo de semillas de menor calidad.

En Europa, la producción de cereales se ha reducido considerablemente este año debido a las condiciones atmosféricas adversas. Las condiciones de invierno crudo dificultaron las siembras en algunas zonas, y un verano excepcionalmente caluroso y seco redujo los rendimientos en todo el continente. Con la mayor parte de las cosechas ya recogidas, la producción total de cereales de la UE se pronostica ahora en 190 millones de toneladas, es decir inferior en un 12 por ciento a la del año anterior. Entre los países de Europa central y oriental, también se prevé una disminución notable de la producción de cereales en casi todos los países.

En la CEI europea, la recolección de cereales casi ha terminado y la producción total de la región se estima ahora en alrededor de 94,3 millones de toneladas, casi 34,4 millones de toneladas menos que la cosecha del año anterior. El trigo, seguido de la cebada, son los cultivos más afectados, pues sus producciones han descendido casi 25,5 millones y 6,9 millones de toneladas, respectivamente, en relación con las cosechas del año pasado. El considerable descenso de la producción de las cosechas de este año se explica principalmente por el tiempo excepcionalmente frío y la delgada cubierta de nieve durante el invierno, a los que se sumó una primavera calurosa y seca, así como por las lluvias torrenciales caídas durante la cosecha de verano. La cosecha total de cereales de la región se estima ahora en alrededor de 46,9 millones de toneladas; y la de cereales secundarios, en 47,1 millones de toneladas. Ucrania y Moldova son los países más afectados, y necesitarán considerables importaciones para atender las necesidades del consumo nacional. La producción de trigo de Ucrania de este año es inferior en un 26 por ciento a la del año anterior, mientras que las de Moldova y Rusia han disminuido en un 19 por ciento. Federación de Rusia y Ucrania fueron importantes exportadores de cereales durante la campaña comercial 2002/03. En la campaña comercial 2003/04, Ucrania necesitará importar cantidades considerables de cereales, mientras que la Federación de Rusia no tendrá una participación destacada en el mercado mundial de cereales. En los países Bálticos, la cosecha de cereales de este año probablemente sea semejante a la cosecha de nivel medio del año pasado. La producción de cereales de la región ha experimentado un descenso constante, a medida que aumentaban los cultivos industriales y el sector ganadero. Un invierno excepcionalmente frío, combinado con una primavera y un verano excepcionalmente secos, han comprometido extensas superficies de cereales en Bosnia y Herzegovina, Serbia y Montenegro y Croacia. Se prevé que la cosecha de cereales de estos tres países sea considerablemente inferior a la cosecha superior a lo normal del año pasado.

En América del Norte, la cosecha de cereales de los Estados Unidos se ha estimado en 62,4 millones de toneladas, es decir superior en un 42 por ciento a la producción del año anterior. El trigo de invierno que se recogerá en 2004 se sembró a comienzos de septiembre en condiciones generalmente favorables. Aunque el tiempo caluroso y seco de agosto redujo en parte las expectativas con respecto a las cosechas de maíz y sorgo, se pronostica que la producción total de cereales secundarios también se recuperará con respecto al nivel reducido por la sequía del año pasado. En el Canadá, las condiciones de tiempo caluroso y seco durante julio y comienzos de agosto redujeron las perspectivas para la cosecha principal de cereales de 2003, pero todavía se prevé que la producción total supere el nivel reducido por la sequía del año anterior.

En Oceanía, las perspectivas para el desarrollo de las cosechas de cereales de invierno en Australia han mejorado como consecuencia de las lluvias generalizadas que cayeron en la mayoría de las principales zonas productoras de cereales. Se ha estimado que este año las siembras de cereales de invierno han aumentado en un 9 por ciento con respecto a la campaña anterior. La producción de trigo de 2003 se estima ahora en 24 millones de toneladas, es decir más de dos veces y media superior a la cosecha reducida por la sequía de la temporada anterior.


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