El HACCP es una parte importante de la gestión de la inocuidad de los alimentos. Se trata de un enfoque de la inocuidad alimentaria reconocido a nivel mundial, sistemático y basado en la ciencia que aborda los peligros biológicos, químicos y físicos a lo largo de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo. El enfoque HACCP se centra en medidas de control para peligros significativos en lugar de basarse en la inspección del producto final y la realización de pruebas sobre ese producto. Las empresas alimentarias solo deberían aplicar el HACCP después de haber establecido buenos programas de prerrequisitos en materia de gestión de la inocuidad alimentaria, tal como se describe en las secciones relativas a las BPH.  

La aplicación del HACCP puede resultar difícil para algunas empresas. Sin embargo, los principios del HACCP se pueden aplicar de forma flexible a operaciones individuales, y las empresas pueden utilizar recursos externos o adaptar a sus circunstancias específicas un plan HACCP genérico. 

Consulte el documento de orientación sobre la introducción al HACCP para: 

• familiarizarse con el enfoque y las definiciones del HACCP, y los 7 principios y las 12 fases sobre cómo llevarlos a la práctica; 
  
• entender la importancia del compromiso de la dirección y de un programa eficaz de BPH como fundamentos para realizar los HACCP de forma satisfactoria, y  

• entender los beneficios y las ventajas que llevar a cabo HACCP supone para algunas empresas, reconociendo al mismo tiempo los desafíos que ello presenta, especialmente para empresas pequeñas y menos desarrolladas (EPMD).