FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.4, septiembre 2002 - página 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

En septiembre de 2002, los países que se enfrentan con graves dificultades alimentarias son 32, distribuidos de la siguiente manera: 21 en África, seis en Asia, tres en América Latina y dos en Europa.

En el África austral, la crisis alimentaria provocada por dos años consecutivos de malas cosechas de cereales está empeorando debido a la insuficiencia y lentitud de las importaciones de alimentos, tanto en forma comercial como de socorro de urgencia. Los precios de los cereales están aumentando en toda la subregión, limitando ulteriormente el acceso a los alimentos a grandes sectores de la población. Una serie de misiones conjuntas FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos realizadas en abril y mayo de 2002 estimó el número de las personas que necesitan ayuda alimentaria en 12,8 millones. Sin embargo, las evaluaciones complementarias emprendidas recientemente por el Comité Regional de Evaluación de la Vulnerabilidad (SADC), en colaboración con organismos internacionales, lo han estimado en 14,4 millones, siendo Zimbabwe y Zambia los países en los que los incrementos han sido mayores. A finales de junio de 2002 la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de urgencia regional del PMA por un valor de 507,3 millones de dólares EE.UU. para prestar asistencia alimentaria hasta la próxima cosecha de abril de 2003 a 10,3 millones de personas muy afectadas, y a principios de julio se lanzó un llamamiento internacional. Sin embargo, para mediados de septiembre se había prometido sólo el 36 por ciento de lo solicitado en el llamamiento. A las promesas insuficientes se ha sumado también el hecho de que algunos países de la subregión se han mostrado reticentes a aceptar suministros de ayuda alimentaria producidos con organismos modificados genéticamente (OMG), lo que ha retrasado ulteriormente las entregas.

En la región de los Grandes Lagos, la situación general del suministro de alimentos ha mejorado en Burundi y Rwanda gracias a una producción mejor de alimentos obtenida en 2002. En cambio, en la República Democrática del Congo la producción de alimentos sigue viéndose impedida por la persistencia de los conflictos civiles, unidos a la sequía registrada en los últimos meses en las partes meridionales.

En el África oriental, las perspectivas iniciales para las cosechas de 2002 son desfavorables en la mayoría de los países debido a la insuficiencia de las lluvias y a unas rachas secas prolongadas. En algunas partes de la subregión han comenzado a surgir graves escaseces de alimentos, particularmente en Eritrea, algunas zonas de Etiopía y en Kenya. En Eritrea, las perspectivas para las cosechas actuales son nada prometedoras debido a la falta de lluvias cortas "azmera" y a la sequía continua registrada durante los importantes meses de siembra de junio y julio. Se estima actualmente que más de 1 millón de personas necesitan ayuda alimentaria de urgencia. En Etiopía, las lluvias escasas de la temporada secundaria "belg" y el retraso de las de la actual temporada principal "meher" han creado una situación alimentaria más bien alarmante. Han muerto numerosos animales y en diversas partes del país se registran migraciones excepcionales en busca de agua y pastizales. Ante esta situación, el gobierno ha formulado recientemente un llamamiento a la comunidad internacional en el que solicita cerca de 12 millones de dólares EE.UU. para conjurar los efectos de la falta de lluvias. En Kenya, las "lluvias largas" han sido insuficientes en algunas partes, lo que se traduce en unas perspectivas alimentarias malas para 2002/03. La situación del suministro de alimentos es particularmente alarmante en los distritos de Mandera, Moyale, en las partes meridionales del río Tana, y en West Pokot, Koibatec, Marakwet y Baringo. En el Sudán, las perspectivas para las cosechas son desfavorables debido al retraso de las lluvias y a los desplazamientos de la población en el sur debidos a la reciente escalada de un conflicto que ya se viene prolongando desde hace mucho tiempo. En Somalia, pese al rendimiento favorable de las cosechas de la temporada principal "gu" recientemente recogidas, la constante situación de inseguridad y la escalada de los conflictos registrada en algunas partes, con el consiguiente desplazamiento de la población, constituyen un motivo de grave preocupación. En Uganda, pese a una situación en el suministro de alimentos en general estable, las lluvias irregulares recibidas en algunas partes y los desplazamientos producidos últimamente en el norte están creando graves problemas alimentarios en las zonas afectadas. En Tanzanía, unas cosechas buenas de la temporada principal obtenidas recientemente han mejorado la disponibilidad de alimentos.

En el África central, las condiciones de crecimiento de los cultivos son hasta ahora favorables en el Camerún, mientras que en la República Centroafricana las precipitaciones irregulares e inferiores a la media han afectado al desarrollo de los cultivos en algunas regiones.

En el África septentrional, se han terminado de recoger las cosechas de cereales de invierno de 2002, y se estima que la producción total de trigo y cebada ha disminuido en alrededor de un 4 por ciento respecto a la cosecha superior a la media del año pasado. La merma de las producciones de trigo en Argelia y Túnez no se ha visto compensada por el aumento de las cosechas en Egipto y Marruecos. En cambio, el aumento de la producción de cebada en Marruecos y Egipto compensa con creces las disminuciones registradas en Argelia y Túnez. Se prevé que la producción de la cosecha de arroz en Egipto será de nivel medio.

En el África occidental, ya se ha recogido la primera cosecha de maíz, y la segunda se ha sembrado recientemente en las partes meridionales de los países del Golfo de Guinea. En Liberia, las actividades agrícolas se han visto trastornadas por la reanudación de los disturbios civiles, lo cual hace pensar en una merma de la producción arrocera de este año. En la parte occidental del Sahel, la racha seca registrada en julio, y que afectó gravemente al crecimiento de los cultivos y suscitó graves preocupaciones por las perspectivas alimentarias, terminó en la primera década de agosto en la mayor parte de Gambia, Guinea Bissau, Mauritania y el Senegal. Sin embargo, una misión de la FAO que visitó el Senegal y Gambia a finales de agosto y principios de septiembre previó disminuciones en la producción de cereales de este año debidas a la reducción del potencial de rendimiento y a unas malas cosechas localizadas. En Mauritania, se perdió la mayor parte de las cosechas "dieri" (de secano). En Cabo Verde, también se perdió en algunas partes el maíz sembrado recientemente, debido a la irregularidad de las lluvias recibidas en agosto. Mauritania y Gambia han declarado el estado de desastre nacional y formularon llamamientos pidiendo ayuda alimentaria de urgencia. En las partes orientales y centrales del Sahel, las condiciones atmosféricas han sido mucho más favorables gracias a unas lluvias generalizadas y regulares recibidas en la mayor parte de Burkina Faso, el Chad, Malí y el Níger. Los cultivos están creciendo en general satisfactoriamente y las perspectivas son favorables.

En Asia, siguen escaseando los alimentos en la República Popular Democrática de Corea, donde el PMA necesita urgentemente promesas adicionales para ejecutar sus operaciones de socorro de urgencia hasta fin de año. Una misión conjunta FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos se encuentra actualmente en el país para examinar la cosecha de la temporada principal de 2002 y estimar la necesidad de importación de cereales, incluidas las necesidades de ayuda alimentaria para 2002/03. Numerosos países se han visto afectados por depresiones tropicales, tifones y una temporada monzónica de 2002 de características irregulares, que causaron precipitaciones excesivas y grandes inundaciones en algunas zonas y sequías en otras. Los organismos gubernamentales y las organizaciones de ayuda nacional e internacional han emprendido operaciones de socorro en gran escala. Sin embargo, en la mayoría de los países los efectos sufridos por la producción nacional de cereales no han sido de gran envergadura. Los daños de mayor alcance se han producido en Bangladesh, China y la India. En Bangladesh, las inundaciones afectaron a 7 millones de personas y causaron más de 150 muertes por incidentes y enfermedades. Unas 300 000 hectáreas de arrozales quedaron sumergidas bajo las aguas y se han registrados daños generalizados a las viviendas y a las infraestructuras. En China, principalmente en las provincias centrales y meridionales, unas precipitaciones torrenciales y algunos tifones provocaron inundaciones y derrumbes con grandes daños a las propiedades y a la infraestructura, el desplazamiento de millones de personas y la muerte de más de 1 500, mientras que en las provincias septentrionales y nordorientales, la sequía afectó a la producción agrícola y causó incendios forestales devastadores. En la India, el monzón trajo consigo precipitaciones excepcionalmente intensas a partir de mediados de junio en los estados nordorientales, principalmente Assam y Bihar, afectando a unos 21 millones de personas y causando 400 muertes. Sin embargo, no afectó a los importantes estados productores de cereales del noroeste de la India, que en cambio se vieron afectados por una grave sequía. En el Nepal, unas lluvias más intensas de lo normal provocaron inundaciones y derrumbes generalizados en las partes centrales y orientales, que afectaron a 260 000 personas y causaron más de 500 víctimas. Una grave sequía registrada en Mongolia afectó tanto al ganado como a la producción de cereales llevando las necesidades de ayuda alimentaria a niveles superiores a los actuales. Las sequías también han afectado las partes meridionales de Sri Lanka y las provincias pakistaníes de Sindh y Baluchistán.

En el Cercano Oriente, unas condiciones atmosféricas favorables registradas en la mayor parte de los países han aumentado la producción interna de alimentos. En el Afganistán, la producción agrícola se ha recuperado notablemente, reduciendo las necesidades de importación de cereales en más de una tercera parte con respecto a los dos años anteriores. Los déficit de financiación constituyen un motivo de grave preocupación ante el regreso en gran escala de los refugiados. Las inversiones en el sector agrícola, particularmente en lo que se refiere a rehabilitación, mejoras y mantenimiento de las infraestructuras de riego serán esenciales para una rápida recuperación de la economía afgana. En la República Islámica del Irán, las lluvias torrenciales recibidas en agosto provocaron inundaciones y derrumbes en las provincias nordorientales, afectando a 100 000 personas y causando 37 víctimas. En la Ribera Occidental y la Faja de Gaza la situación alimentaria es grave debido a los continuos toques de queda y operaciones militares que obligan a las familias a permanecer en sus casas.

En la CEI asiática, unas precipitaciones más abundantes y condiciones de crecimiento relativamente mejores han variado positivamente las perspectivas alimentarias de este año. La producción de cereales ha mejorado significativamente en la República de Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán y Armenia. En Tayikistán y Georgia, sin embargo, el suministro de alimentos sigue siendo más bien difícil.

En América Latina y el Caribe, ha comenzado la recolección de las cosechas de cereales y frijoles de la primera temporada de 2002/03, y las perspectivas son favorables. En Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras se prevén producciones entre medias y superiores a la media, pero todavía se registran algunas sequías localizadas. La comunidad internacional está prestando asistencia alimentaria a los agricultores afectados, muchos de los cuales también se han visto perjudicados por la caída vertical de los precios internacionales del café. La crisis ha provocado inseguridad alimentaria en miles de familias y trabajadores. En Costa Rica y Panamá , se registran lluvias torrenciales e inundaciones, particularmente en las zonas costeras del Caribe, que han provocado daños a los cultivos alimentarios. En Jamaica, el sector agrícola se está recuperando lentamente de los efectos producidos por las intensas lluvias e inundaciones de junio. En Cuba, las partes occidentales del país y la Isla de la Juventud se vieron gravemente afectadas por el huracán "Isidore" (22-23 de septiembre) que provocó daños a los cultivos y a la infraestructura.

En América del Sur, la recolección de la cosecha de trigo de 2002 ha comenzado en el Brasil y se pronostica una producción cercana al nivel récord. En Chile, se ha terminado de sembrar el trigo de 2002/03 y la superficie sembrada se estima provisionalmente en un nivel superior a la media. Ha comenzado la siembra de los cultivos de maíz y se supone que la superficie plantada aumentará ligeramente con respecto al buen nivel de 2001. En el Uruguay, también ha terminado la siembra de los cultivos de trigo de 2002 y se estima una superficie inferior a la media. La siembra de los cultivos de maíz de 2002/03 acaba de comenzar en condiciones atmosféricas normales. En los países andinos, unas temperaturas glaciales acompañadas de fuertes temporales de nieve registrados en los altiplanos de Bolivia y en el sur del Perú han afectado a la producción pecuaria. En el Ecuador, ha terminado la recolección de la cosecha de maíz de 2002 y la producción se estima de nivel medio. En Colombia, está casi terminada la recolección de las cosechas de cereales de la primera campaña de 2002, mientras que en algunas zonas se han comenzado a sembrar los cereales de la segunda temporada. En Venezuela, las lluvias intensas y constantes recibidas a partir de junio han provocado graves inundaciones en el sudoeste, dejando 35 000 personas sin vivienda y causando graves daños a la infraestructura y algunas pérdidas de ganados y cultivos.

En Europa, la producción de trigo en la UE ha aumentado este año en aproximadamente un 13 por ciento a 104 millones de toneladas, pero la calidad de los cultivos tardíos podría reducirse debido a las lluvias intensas y generalizadas recibidas en el verano. Sin embargo, es probable que en general la producción total de otros cereales haya disminuido hasta un nivel algo inferior a la media. En Europa oriental, la producción de trigo ha menguado de forma pronunciada en Hungría y Rumania, pero en otras partes las producciones son semejantes a los niveles del año pasado. Es probable que en algunos países las lluvias generalizadas e intensas recibidas en el verano hayan repercutido negativamente en la calidad de los cereales pequeños pero puede que hayan sido beneficiosas para los cultivos de maíz, que todavía se están desarrollando.

En la CEI europea, se estima que la cosecha de cereales disminuirá en la campaña comercial de 2002/03 en cerca de 8,0 millones de toneladas, en comparación con la buena cosecha del año pasado. En Rusia, la cosecha total de cereales se estima en 77,7 millones de toneladas, frente a los 83 millones de toneladas del año pasado, lo que representa una merma del 7 por ciento.

En los Balcanes, la cosecha de cereales se estima en niveles cercanos a los de la cosecha muy recuperada del año anterior. Este año, las inundaciones y el granizo, que normalmente se producen en la región al final de la primavera y en el verano, han tenido efectos insignificantes en los cultivos.

En América del Norte, la producción de trigo ha descendido ulteriormente este año en los Estados Unidos a poco menos de 46 millones de toneladas, un 14 por ciento menos que la producción inferior a la media del año anterior. Las perspectivas para la cosecha de maíz, que acaba de comenzar en la zona maicera, han empeorado debido a unas condiciones excepcionalmente secas registradas durante el verano. La producción de maíz se pronostica ahora en 225 millones de toneladas, alrededor de un 6 por ciento menos que la cosecha del año pasado situada en torno a la media. En el Canadá, las perspectivas para las cosechas de cereales de 2002 empeoraron de forma pronunciada durante julio y agosto debido a una de las peores sequías que se hayan registrado hasta el momento. La producción de trigo se pronostica en sólo 15,4 millones de toneladas, 5 millones de toneladas menos que el año pasado y casi un 40 por ciento menos que la media quinquenal, y también es probable que descienda de forma pronunciada la producción de cebada.

En Oceanía, las perspectivas para las cosechas de cereales de 2002 han empeorado mucho en Australia en los últimos dos meses debido a una sequía continua y generalizada. La producción total de trigo se estima ahora en 13,5 millones de toneladas, 10,5 millones de toneladas menos que en la última campaña y constituye la cosecha más pequeña desde 1994/95. También es probable que descienda marcadamente la producción de cebada. Papua Nueva Guinea está experimentando actualmente una sequía que podría reducir la producción agrícola de este año.


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